Cuando desarrollamos producto, necesitamos saber para qué lo necesitan los usuarios y cómo van a interactuar con el.
Como Product Manager nos toca hablar con desarrollo y transmitirles lo que necesitamos, para ello utilizamos un lenguaje común las “historias de usuario”.
¿Qué son?
Las historias de usuario son una explicación de una funcionalidad de software escrita en lenguaje no técnico, desde el punto de vista del usuario final. Son esenciales para el desarrollo ágil.
¿Qué formato debe tener?
A la hora de redactar las historias nos centraremos en los siguientes puntos:
Como (perfil), quiero (objetivo), para lograr (resultado).
Por ejemplo: Como cliente habitual, quiero que mi información de pago quede guardada para agilizar las futuras compras.
¿Cómo hacer una buena historia de usuario?
Podemos seguir el método de las 3 “C” :
Card + Conversation + Confirmation
- Card: es una descripción escrita para trabajar con ella en la planificación del sprint.
- Conversation: es una puesta en común entre clientes, usuarios y desarrollo de las posibles soluciones para resolver la historia de usuario.
- Confirmation: es la aceptación de que se ha llegado al objetivo.
¿Se puede mejorar?
Además si aplicamos el método INVEST, crearemos historias de usuario más precisas y comprensibles.

- Independent: cada historia debe ser independiente y no depender de otras tareas.
- Negotiable: debe ser posible hablar con el usuario y puede sufrir cambios, incluso ser descartada.
- Valuable: siempre debe aportar valor al usuario.
- Estimable: se debe poder determinar la complejidad para poder priorizar y ajustarse al sprint.
- Small: debe de ser pequeñas y realizables en un tiempo relativamente corto.
- Testable: debemos probar su correcto funcionamiento cumpliendo con los criterios de aceptación.