¿Alguna vez te has preguntado por qué es tan difícil mantener y mejorar tu sistema o aplicación? Puede que tengas un problema con la deuda técnica. La deuda técnica es como una especie de lastre que se va acumulando con el tiempo, causado por problemas técnicos o de diseño no resueltos. A medida que esta deuda se acumula, tu sistema se vuelve cada vez más difícil de manejar y mejorar.
Con las herramientas y tácticas adecuadas, puedes identificar y abordar los problemas técnicos y de diseño no resueltos antes de que se vuelvan demasiado grandes para manejarlos.
Matriz de la deuda técnica
Lo primero es determinar el tipo de deuda técnica, para ello podemos utilizar la Matriz creada por Martin Fowler. Se determina que la deuda técnica puede ser clasificada en estos cuadrantes: imprudente, prudente, deliberada e inadvertida.

- Deuda Prudente y deliberada: se adquiere de manera consciente y planificada. El equipo de desarrollo reconoce que se está tomando una deuda técnica, pero considera que los beneficios a corto plazo superan los costos a largo plazo. Esta deuda se toma con el objetivo de alcanzar un hito importante, cómo lanzar un producto en un plazo ajustado, y se tiene un plan para abordarla en el futuro.
- Deuda Imprudente y deliberada: se toma sabiéndola, pero sin un plan para abordarla en el futuro. El equipo de desarrollo toma esta deuda pensando que será fácil de abordar más adelante, pero no se tiene un plan concreto para hacerlo. Esto puede llevar a una acumulación de deuda técnica que se vuelve difícil de manejar.
- Deuda Prudente e Inadvertida: ocurre de manera inconsciente, pero el equipo de desarrollo reconoce el problema y tiene un plan para abordarlo en el futuro. A menudo, esto se da cuando se está trabajando en un sistema existente y se descubre un problema técnico o de diseño no resuelto.
- Deuda Imprudente e Inadvertida: no se sabe qué estamos adquiriendo deuda técnica y por lo tanto no hay un plan para abordarla en el futuro. El equipo de desarrollo no se da cuenta puede ser causada por falta de experiencia o habilidades en el equipo o falta de tiempo para hacer una buena revisión del código. Esta deuda técnica puede ser la más difícil de manejar ya que no se tiene conciencia de ella y puede llevar a problemas graves en el futuro.
Cómo evitar la deuda técnica
Hay varias formas de abordar la deuda técnica, incluyendo:
- Revisar regularmente el código para identificar y corregir problemas.
- Documentar el código y los procesos para que sea más fácil de entender y usar.
- Crear y mantener pruebas automatizadas para garantizar la estabilidad del sistema.
- Realizar refactorizaciones periódicas para mejorar la estructura y la legibilidad del código.
- Establecer un presupuesto para la deuda técnica, estableciendo un límite para la cantidad de deuda técnica que se permite acumular antes de que sea necesario abordarla.
Conclusión
Es importante ser consciente de la deuda técnica y trabajar para reducirla de manera proactiva para evitar problemas a largo plazo.